No dar estructura ni fijar reglas
Los perros quieren, necesitan y aman tener reglas. Puede que pienses que tener reglas estrictas hace la vida aburrida o infeliz para tu perro. Pero ellos realmente quieren saber qué deben hacer de acuerdo a su líder. Y realmente, no es tan difícil que los humanos entiendan esto. Los niños aman tener un grupo consistente de reglas que seguir y no les va tan bien en ambientes en donde los dejan en completa libertad. Piensa en los niños amables y bien comportados que conozcas y a los niños malcriados que no tienen habilidades sociales o que arman escándalos cuando no obtienen lo que quieren ¿Cuáles de ellos son los que tuvieron reglas y límites constantemente reforzados? Y ¿cuáles tienden a ser más consistentemente felices? Con los perros pasa algo muy parecido. Las reglas hacen que la vida sea más predecible, menos confusa y mucho menos estresante.
Y hablando de confusión, los perros no entienden el concepto de las reglas. No entienden que se les permita saltar sobre ti cuando estas con ropa común y corriente pero que no está permitido cuando estás vestido para ir a trabajar. No entienden que se les permita estar en el sofá después de un baño pero no después de jugar en el lodo. Además, decirles “no” cuando rompen una regla y no hacer algo para que el perro deje de hacer lo que está haciendo (aprendiendo así la regla) no cuenta. Los perros disfrutan saber cuáles son los límites y cuando pasas tiempo reforzándolos de forma consistente con recompensas positivas, también ayudas a que confíen en ti como líder. El que pongas reglas hace que tu perro sea muy feliz.
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