Articulo del Teniente (B) Alberto Plessman:
Ayer me tocó trabajar en la seguridad del desfile del 5 de
Julio en Caracas, como parte rutinaria de mi labor en el Cuerpo de
Bomberos del Distrito Capital, como llaman ahora a los Bomberos de Caracas, otro día más e trabajo, donde nos tocó atender a muchas personas con desmayos, tensión alta, dolor de cabeza, en fin…
Estuvimos esperando el inicio del desfile desde las 10 de la mañana
aproximadamente, pero debido a otras obligaciones de Maduro, el evento
no dio inicio sino a las siete y pico de la noche. Comenzó igual que
muchas otras veces, los distintos componentes de la Fuerza Armada, bien
llamativo, como de costumbre. Lo que realmente me impresionó, y estoy
seguro de que ese era el objetivo, impresionar, fue el despliegue de
nuevos equipos bélicos que se hizo en el desfile, lanza misiles, lanza
cohetes, unas vainas que parecían ojivas nucleares, aviones a control
remoto, tanques realmente impresionantes, motos armadas hasta los
dientes, en fin, un arsenal digno de la más actual de las películas de
guerra. Bravo por ellos, lograron un equipamiento realmente intimidante.
Del desfile lo que realmente me preocupa es cuánto se habrá gastado
realmente en semejante arsenal? Se justifica en un país que no ha tenido
confrontación bélica alguna en más de cien años? Cómo hicimos para
pagar semejante cuenta? Hasta cuándo la seguiremos pagando? La tendrán
que seguir pagando nuestros hijos o nuestros nietos? Si alguien tiene
respuestas a alguna de éstas interrogantes por favor que me lo explique…
Esas preguntas me las vine haciendo hoy, sábado 6 de Julio de 2013,
después de sufrir otra gran decepción en el trabajo que amo, el trabajo
que es mi vida desde hace más de 15 años. Esta mañana, mi antiguo jefe,
el Comandante Carlos Rodríguez, quien fuera jefe de la Brigada
Motorizada de los Bomberos de Distrito Capital por más de cinco años y
por lo demás, tremendo pana, sufrió un grave accidente mientras se
dirigía a su trabajo, los accidentes en moto de por sí son aparatosos,
pero éste en especial lo fue, créanme ya que si alguien tiene
experiencia en esto, somos los bomberos…
Como decía, aparatoso accidente, lesiones traumáticas devastadoras en el
brazo izquierdo (prácticamente amputación traumática), fracturas de
cúbito y radio del otro brazo, fractura de pelvis, traumatismo cráneo
encefálico, en fin… En el sito se tomó la decisión de llevarlo a una
clínica privada en San Bernardino, confiando en la nueva compañía de
seguros, seguros Pronto o Pronto seguros, una compañía que hasta el sol
de hoy no sabemos si realmente es una Compañía de Seguros o qué? El
cambio a este seguro se supone que fue para mejorar el pésimo servicio
que veníamos recibiendo de la compañía anterior, pero en fin, vuelvo a
mi relato. Tremenda sorpresa cuando en la emergencia de la Clínica nos
indican, al vernos uniformados de bomberos que nuestro seguro no ha sido
activado aún, creo que esas fueron las palabras utilizadas por la
doctora de guardia. Entre una cosa y la otra, decidimos llevarlo a un
Hospital público para no tener que pasearlo por varias clínicas privadas
ya que probablemente recibiríamos la misma negativa.
Llegamos al Hospital Pérez Carreño,
hospital de referencia nacional, dónde nos encontramos con su
acostumbrada zona de guerra (Área de Emergencia) abarrotada de
pacientes, pero, que por tratarse de nosotros los Bomberos, se nos trató
con cierta preferencia hay que reconocerlo. Calculo que llegaríamos al
hospital alrededor de las 8:30 o 09:00 de la mañana, nuestro compañero
fue diligente evaluado por Cirugía y por Traumatología determinado la
gravedad de sus lesiones y afirmando que debía ser llevado a quirófano
con carácter de urgencia, a pesar de lo “diligente” del proceso, esta
indicación surgió a eso de las 11:00 am, y, entre una cosa y otra, dicha
urgencia debió esperar hasta que finalmente a las 5:30 pm, debido a
quién sabe qué cosa, fue finalmente subido a quirófano, donde, unos
minutos más tarde, simplemente nos indicaron que acababa de fallecer.
Cómo no iba a fallecer? Cuatro fracturas de huesos largos más una gran
fractura de pelvis todas sangrando por más de ocho horas? Eso mataría
hasta un elefante.
Los motivos? La carencia de recursos en los hospitales públicos. Me
encantaría que alguien diera una explicación convincente al pueblo donde
se intentara aclarar por qué los Bomberos, que arriesgan su vida a
diario por ayudar a todos, simplemente no tienen seguro, por qué los
hospitales no tiene recursos, por qué somos el país mejor armado de
Latinoamérica y por qué, si hay dinero para tantas armas de última
generación nuestros hospitales no sirven.
Ojalá esta tragedia nos lleve a cambios, que despertemos y exijamos
justicia, que nos hagan justicia, que no nos hagan preocuparnos por cómo
vamos a pagar el hospital en caso de un accidente cada vez que salgamos
a cumplir con nuestro trabajo.
Escrito por el Teniente (B) Alberto Plessmann
Brigada Motorizada Sección “A”
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